30 jun 2011

Honduras: Dos años después del golpe

LQSomos. Giorgio Trucchi*. Junio de 2011.

“La creación de un Frente Amplio es el inicio del fin del bipartidismo en Honduras”, dice ex canciller de Zelaya.

La creación de una fuerza política progresista y plural en Honduras para participar en las próximas elecciones nacionales en 2013 es considerada por la ex canciller del gobierno de Manuel Zelaya, Patricia Rodas, como “una victoria de la lucha popular y de la dignidad patriótica del pueblo”.


Esa decisión, que secunda la propuesta hecha por el ex presidente Zelaya, cuyo gobierno fue derrocado en 2009 por un golpe de Estado, fue aprobada este domingo (26/6) por la Asamblea Extraordinaria del FNRP (Frente Nacional de Resistencia Popular), y dará vida al Frente Amplio de Resistencia Popular. Actualmente, Zelaya desempeña el cargo de coordinador general del FNRP.

Rodas regresó al país junto con Zelaya el 28 de mayo, después de la firma del Acuerdo de Cartagena. Ella fue deportada ilegalmente el mismo día del golpe de Estado, permaneciendo más de 23 meses en el exilio.

Según Rodas, el FNRP nació como una necesidad de darle vida orgánica a la resistencia espontánea que se originó después del golpe de 2009. “Esa necesidad de aglutinarse y movilizarse condujo a la creación de la más grande fuerza política jamás vista en Honduras”. En este sentido, la propuesta hecha por Zelaya de crear un Frente Amplio representa “la correcta interpretación de una demanda que surge del pueblo”, afirmó Rodas.

Para la ex canciller y actual miembro de la Comisión Política del FNRP, la conformación de una fuerza política de transformación y cambio significa “el comienzo del fin del bipartidismo y la ruptura de la barrera que va a permitir vencer al Estado oligárquico”.

Sin embargo, Rodas señaló estar consciente de las dificultades que encierra esta decisión. “La oligarquía no dejará de atacarnos y sabemos que nos enfrentamos a un adversario poderoso. El pueblo hondureño hoy se rebela y va a movilizarse para conquistar su libertad”.

Según datos brindados por el COFADEH (Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras), del 28 de junio de 2009 hasta marzo de 2011, se registran 95 asesinatos políticos, 244 casos de tratos crueles e inhumanos y 200 personas exiliadas. Seis mil detenciones fueron realizadas por razones políticas y 157 personas fueron procesadas por la misma razón.

Durante su intervención ante los más de 1,5 mil delegados del FNRP, Zelaya fue enfático en señalar que esta organización y su brazo político, el Frente Amplio de Resistencia Popular, son las únicas fuerzas en Honduras capaces de “vencer el terrible modelo económico que nos explota. Esa oligarquía ha perdido todo el derecho de gobernar y debe ser sustituida rápidamente del poder político”, dijo el ex presidente hondureño.

Brasil solidario
La asamblea del FNRP contó también con la presencia de Socorro Gomes, presidenta de Cebrapaz (Centro Brasileño de Solidaridad con los Pueblos y la Lucha por la Paz). Para Gomes, esa asamblea es “un hecho histórico de gran significado, no sólo para Honduras, sino para toda América Latina”. “Es también una respuesta a la política golpista, apoyada por Estados Unidos, que pretende intimidar a los gobiernos progresistas y continuar militarizando la región”, afirmó.

La activista brasileña recordó también el respaldo brindado por el gobierno brasileño al ex presidente Zelaya y al pueblo hondureño. “Brasil siempre apoyó al presidente legítimo de Honduras y a su pueblo en la defensa de la soberanía y de la justicia social”, afirmó Gomes.

Disidencia
La decisión tomada por la mayoría de delegados del FNRP de crear un Frente Amplio y convocar a un plebiscito para la instalación de una Asamblea Constituyente, no fueron compartidas por diferentes organizaciones que integran la resistencia hondureña.

De acuerdo con Salvador Zúniga, dirigente del Copinh (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras), crear una fuerza política para participar a elecciones significa “reconocer y legitimar la institucionalidad golpista, cayendo en la trampa de un sistema que aún está controlado por los mismos actores que dieron el golpe de Estado”. Para el dirigente indígena, la única forma para ir a un proceso electoral es, antes de todo, refundar el país, a través de la autoconvocatoria a una asamblea constituyente popular, democrática y originaria.

Fuente: Opera Mundi (en portugués)