7 oct 2011

Crisis económica: Pintan bastos

LQSomos. Antoni Puig Solé. Octubre de 2011.

Existe una voluntad generalizada de vincular los problemas económicos de la periferia europea al endeudamiento de sus administraciones públicas. Sin embargo, lo que tienen en común Grecia , Portugal, Italia y España, es que en los momentos de auge económico hincharon la burbuja en el precio de los solares y de la vivienda y esto vino de la mano de un incremento exagerado del endeudamiento de los particulares y de las entidad financieras.


Ahora, los precios de la vivienda en España son aproximadamente un 22% menores de lo que eran en 2007 mientras que el precio de los solares ha retrocedido en un 30% y parece que la caída no ha tocado fondo.

En España, la morosidad se encuentra en el nivel más alto desde la constitución de la unión monetaria. A partir de junio, se ha situado alrededor del 18%, sobrepasando el peligroso 15,3% al que ya había llegado a finales de marzo. Estos son datos oficiales; pero existe un gran escepticismo sobre su veracidad. Hace unos meses, el Banco de España se hizo cargo de Caja Mediterráneo (CAM), y entonces se tuvo que reconocer que los índices de morosidad de esta caja superaban el 40%.

Si el precio de los solares y las casas sigue bajando, el porcentaje de préstamos con problemas no dejará de subir. Durante los últimos meses, el Gobierno, a través del FROB ya ha inyectado mucho dinero en el sector bancario español para afrontar este y otros problemas y es probable que lo tenga que seguir haciendo.

Es verdad que el déficit primario de España se aproxima al 6% del PIB del año pasado lo que complica la situación. Este fenómeno tiene una triple explicación:
- Con la crisis disminuyen los ingresos fiscales de las administraciones públicas debido a que las rentas de las clases populares, que soportan el mayor esfuerzo fiscal, han disminuido y también lo han hecho sus expectativas.

- La crudeza de la crisis obliga al Estado a incrementar determinados gastos sociales para socorrer a las personas con una situación económica más frágil y evitar así una auténtica catástrofe social. Por otro lado, como acabamos de ver, el Estado tiene que ayudar a los bancos y se ve en la obligación de suplir muchos de los incumplimientos económicos de las empresas.

- El PIB no crece sino que decrece.

Estos tres factores combinados empeoran el ratio deuda/PIB.

De momento, las expectativas económicas de la Unión Europea cara al futuro son pobres con lo que todo este conjunto de factores se pueden agravar. Y no lo son sólo paran España. También lo son para la zona Euro en su conjunto. Algunos indicadores publicados a principios de septiembre, informan que la industria, los servicios y la venta al por menor se están contrayendo y es poco probable que mejoren.

España acude a las urnas el 20 de Noviembre. Las encuestas sugieren que el resultado más probable es una victoria del Partido Popular, que podría incluso llegar a la mayoría absoluta. Pero el futuro todavía no está escrito. En cualquier caso, lo que si que es seguro es que entre los dos partidos ahora mayoritarios (PSOE/PP) existe un consenso político a favor de la política de austeridad puesto que ambos la han elevado de una forma poco democrática a rango constitucional. Y con la austeridad difícilmente se dará el vuelco a la situación

¿Existe el peligro que al final en España se repita lo que ya ha sucedido en Grecia, Irlanda y Portugal?

No podemos olvidar que la acumulación de la deuda de los privados (familias, empresas y entidades financieras) tiene que despertar la preocupación porque el sector privado no puede permanecer en déficit de manera persistente. Hay que tener presente, además, que cuando una entidad privada se endeuda, sus pasivos son el activo de otra entidad. Si la primera entidad no tiene ingresos y es víctima de la morosidad, puede ser que al final se vea incapacitada para hacer frente a sus propias deudas. De esta forma se producirá un efecto dominó.

Si las situaciones de morosidad se prolongan y se agrava, el problema adquirirá una dimensión continental dado que los bancos españoles están muy endeudados con la banca de los países del centro. Estos países moverán todos los hilos para evitar que las fichas del dominó los arrollen. Por otra parte, no perderán la oportunidad para aprovechar las desgracias ajenas para seguir comprando a precio de saldo. España no es un país del centro de la Unión, pero tampoco es un país pobre. Hay muchos tiburones dispuestos a todo con tal de devorar sus activos más valiosos.