LQSomos. Redacción/Agencias. Mayo de 2011.
Cualquier parecido con Argentina de los 90 no es coincidencia...
El ministro holandés de Economía, Jan Kees de Jager, está dispuesto a pegarle el tiro de gracia a Grecia al decir que su país no pondrá un céntimo de euro más para que Atenas evite un nuevo colapso económico si no realiza otros ajustes, mientras que un miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), Jürgen Stark, dijo que la reestructuración de la deuda griega es “una receta para la catástrofe”.
El funcionario holandés fue claro: “No les obligaremos a vender la Acrópolis”, aunque sí “todo lo que puedan privatizar”. En declaraciones que publicó el periódico holandés Algemeen Dagblad, De Jager insistió en que Holanda no dará “ni un céntimo de euro más” a un eventual segundo rescate para Grecia, si Atenas no emprende un masivo programa de privatizaciones y se aprieta más el cinturón con un duro programa de ajustes.
Si Grecia no lo hace, “puede despedirse” de la ayuda de Holanda, uno de los principales contribuyentes netos a las arcas de la Unión Europea (UE), dijo De Jager. Según el periódico, los planteamientos radicales de La Haya “cuentan con el apoyo de Alemania e Italia”.
“Me imagino que a los griegos esto que digo no les gustará nada, pero me da igual”, comentó el holandés sin tapujos.
De Jager exige a Atenas que lo “venda todo”: aeropuertos, autopistas, derechos de peaje en carreteras y empresas de energía, entre otras. “Entiendo que todo esto es sensible, pero se trata de vender empresas, no la Acrópolis de Atenas”, ironizó.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, comentó ayer que a juicio del ejecutivo de Bruselas una posible reestructuración de la deuda de Grecia no sustituye a la realización de nuevos y “dolorosos” ajustes.
“Permítanme que sea muy claro: la reestructuración de la deuda nunca podría ser una alternativa a los dolorosos ajustes que deben aplicarse”, comentó Barroso en una alocución en el Foro Económico de Bruselas, que reúne a expertos en la materia de Europa y del resto del mundo.
En el mismo sentido se expresó, el miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) Jürgen Stark, quien dijo que la reestructuración de la deuda griega es “una receta para la catástrofe”. El economista alemán, que participó en una conferencia organizada por la revista The Times, apuntó que cualquier tipo de reestructuración eliminaría parte del capital de los bancos griegos.
Por otro lado, el jefe de la misión enviada a Grecia por el Fondo Monetario Internacional (FMI), Poul Thomsen, aseguró que “el programa de Grecia descarrilará si no se llevan a cabo reformas estructurales en los próximos meses”. Según Thomsen, sin reformas adicionales, Atenas no será capaz de recortar su déficit público al 7,6% del PBI este año, como le reclaman la Unión Europea y el FMI.
Thomsen apuntó además que no está claro si Grecia será capaz de volver a financiar su deuda en los mercados en 2012, como estaba planeado. Los inspectores del FMI están examinando si el gobierno griego está implementando sus planes para ahorrar unos 23 mil millones de euros en los próximos tres años. Tras esta inspección determinarán si se concede a Grecia la quinta cuota del paquete de rescate por 110 mil millones de euros (156.600 millones de dólares) que se le concedió.