28 mar 2011

Aquí y ahora… ¡NO A LA GUERRA!

LQSomos. Ángel Escarpa Sanz. Febrero de 2011.

Mañana, cuando de nuevo salgáis a las calles de vuestras ciudades con vuestras consignas, vuestras chapas de ¡NO A LA GUERRA!, vuestras banderas, vuestras pancartas, con todos vuestros agravios y vuestra indignación a cuestas, recordad… 
   
AMRITSAR
NAGASAKI
HIROSHIMA
LONDRES
DRESDE
MADRID
MÁLAGA
GUERNICA
BARCELONA
LENINGRADO
STALINGRADO
VARSOVIA
IRAK
BERLÍN
BOSNIA
AFGANISTÁN
LÍBANO
ABISINIA
CHECOSLOVAQUIA
ISLAS MALVINAS
ASTURIAS
EL MARNE
EL SOMME
ANNUAL
ARGEL
VIETNÁM
ARGEL…

Recordad a los pueblos saharaui, palestino, kurdo, armenio...

Acordaos de las cámaras de gas, de los libros quemados, de los torturados y de los desaparecidos en Argentina, en Chile, Paraguay, Uruguay, Grecia, Colombia, Nicaragua; de las mujeres asesinadas en Méjico.

Recordad a las 642 personas ametralladas y quemadas vivas en el interior de los graneros y de la iglesia de Oradour -sur- Glane, en 1944.

Recordad la masacre de zulúes en 1898.

Recordad también a los poetas asesinados en la flor de la vida, a los niños enajenados, los bosques calcinados, los caballos desventrados por los obuses, a los amantes sorprendidos en la hora del amor por los fragmentos de la metralla, los ríos contaminados y las especies aniquiladas,  las escuelas reducidas a escombros, las delicadas vidrieras y los bellos capiteles de las catedrales devastadas.

Acordaos de los pueblos aventados en interminables caravanas, huyendo de las ciudades incendiadas y del acero de los “señores de la guerra”.

Acordaos de los “niños soldados”, de los blancos muros de los camposantos, testigos mudos que fueron de las ejecuciones de los leales a la Constitución y aquellos que se rebelaron contra el fascismo.

Acordaos del NAPALM, de los campos donde florecía la amapola, el cantueso, el almendro, el sándalo, la buganvilla… ahora famosos por sus campos de concentración.

Acordaos de los versos de Bertolt Brecht, de aquellos lejanos personajes de las obras de Buero Vallejo, Ciro Alegría, de Orwell, Saramago, de Remarque, de Malaparte…, de los que cayeron en todas las barricadas de la Historia, incluidas las de la Comuna de 1871.

Acordaos de los lienzos carbonizados, los puentes, los desaparecidos aleros donde anidaban los vencejos, las fábricas, molinos desaparecidos, la porcelana, la canción infantil, el espejo, la delicada copa de cristal tallado, la humilde loza y los sueños, todos violentamente quebrados; los relojes irremediablemente detenidos, las fotografías y los documentos definitivamente desaparecidos en los incendios y en los bombardeos de las ciudades.

En esta hora, acordaos de las vírgenes violadas, las banderas humilladas, los pueblos desaparecidos o sometidos… y no ceséis de condenar, ésta y todas las guerras.